El pasado día cinco pagué a los peques una deuda que tenía pendiente.
Desde que tenían tres añitos, les había prometido una visita al Museo
Automovilístico de Málaga. Por fin, marchamos con ilusión.
Interesante encuentro y sorprendente exposición. Nos
hicieron un taller de educación vial al llegar aunque lo cierto es que, después de un rato, los
niños denotaban impaciencia. Habíamos estado viendo los coches en la página web
del museo y estaban deseando ver el coche con la calavera, el de los diamantes
y el de hidrógeno...
Por fin, vimos los coches que usaron nuestros antepasados y
pudimos imaginar lo que pudo suponer para los bisabuelos o tatarabuelos viajar en esos incomodísimos aunque completísimos automóviles y esas velocidades que
hoy nos parecen irrisorias. No obstante la belleza de estos vehículos no es
discutible. Con una conservación inmejorable, los niños pudieron hacerse una
idea de los inicios de estas máquinas.
Sorprendentemente, lo que más les llamo la atención fueron
los coches de energías alternativas, pese a que algunos de ellos, como el de vapor, eran
igualmente antiguos. Impresionante los de líneas más futuristas como los que
funcionaban con hidrógeno o con energía solar. Los niños llegaron a clase
repitiendo estas explicaciones y es curioso como apreciaban el valor de estas
experiencias en busca de nuevas fuentes de energía.
Tal vez, eche de menos los coches que vi circular en mi
niñez, que han dado paso a modelos más seguros, cómodos y funcionales.
Esperaba encontrarme con el seiscientos, el ochocientos cincuenta, los dos
caballos, el mini, el Renault 4 …aquellos coches que algunos
pocos privilegiados disfrutaban y en los que sorprendentemente cabía toda la
familia con sus correspondientes maletas, fueran los miembros que fuesen. También un motocarro, como aquel azul que
adornaba mi calle, cuando era pequeña, y en el que nos subíamos toda la
chiquillería del barrio y, agradecida, en el tiempo, al dueño que nunca salió a
echarnos de su preciado bólido. En pocas
palabras, un paseo por la niñez de aquellos que ya no vamos siendo tan
jóvenes, de modo que podamos contar también nuestra batallitas a los más jóvenes.
Os animo a visitarlo y disfrutar un rato con vuestros hijos
e hijas. Ellos pueden haceros de guía y lo pasaran bien compartiendo con
vosotros lo que bien pudimos apreciar aquel día. Mientras tanto, os invito a disfrutar con nuestros recuerdos.
Lo pasamos muy bien.
ResponderEliminarEs verdad, nos gustó a todos, grandes y pequeños.
EliminarEs increíble lo bien que se lo pasan los niños en las ferias de coches y museos de automoción, un plan más que redondo. Nos alegramos de que lo pasarais tan bien.
ResponderEliminarVerdaderamente, la automoción es un tema que les atrae mucho. Desgraciadamente la escuela dedica poco tiempo para el estudio de esta y otras tecnologías, fuera de las Tics. No obstante, en ella está el futuro profesional de la gran mayoría de los peques de hoy.
EliminarGracias por su comentario.