domingo, 18 de diciembre de 2011

El otoño está de moda.

Preparamos la clase para realizar el taller
El curso pasado llevamos a cabo una experiencia sensorial del otoño. Gracias a una espectacular invasión de hojas conseguimos apreciar los colores, los olores, las texturas, el sonido y el sabor que caracteriza a esta preciosa estación.
El amarillo otoñal es especial
En este curso hemos conseguido experimentar con hojas, apreciar sus formas colores, su tacto y crear nuevos objetos a partir de elementos del otoño. Durante algunas semanas hemos trabajado con pequeños tesoros  conseguidos en nuestros parques campos y jardines durante el otoño.

Los peques han descubierto que a partir de elementos muy sencillos y cotidianos que vemos todos los días a lo largo del otoño podemos conseguir crear cosas nuevas y dignas de ser mostradas, verdaderas obras de diseño. Hemos conseguido apreciar la belleza que encierra esta estación… sus diferentes tonos de marrones, anaranjados, amarillos y grises; las diferentes formas de las hojas.
Ahora un naranja calido
El objetivo fundamental de esta actividad es que sean capaces de apreciar la belleza que los envuelve cuando pasean en estos días. Que sepan descubrir el misterio que encierra un cielo nublado, la multitud de tonos que encierra el gris, la gallardía de los contornos de las nubes y de cómo nos anuncian en sus formas la posibilidad de que tornen en lluvia. Los montones de hojas acumulados en los recovecos de las calles y que caprichosamente amontona el viento. Los arboles semidesnudos que nos permiten apreciar el brillo del sol a través de decenas de tonos ocres.
Buscamos el color de un cielo de otoño
Como motivación para realizar estas observaciones organizamos un desfile de otoño. Algo muy festivo. Deseaba, entre otras cosas, que los peques consiguieran desterrar en sus mayores, ese viejo prejuicio que nos conduce a considerar el otoño como una estación  triste, nostálgica y, en cierto modo, de naturaleza mortecina.
No puede faltar el marrón
Y manos a la obra, en primer lugar teníamos que fabricar nuestros tejidos de otoño. Diferentes mezclas de colores sobre el papel despertaron en ellos su capacidad de apreciar estos mismos tonos en el exterior. De observar los cambios que lentamente van produciéndose en la naturaleza.

Después realizamos bordados con hojas de diferentes formas, corteza de árboles, vainas, etc. Y con mucha, mucha imaginación,… conseguimos darle forma a nuestros trajes de otoño.
Pintamos para los detalles

Un diseño espectacular
Luego con la ayuda  de los papás y mamás para que aportando uno, una cosa de acá y otras cosas de allá, consiguiéramos montar una auténtica sala de fiesta con su pasarela, luces y sobre todo unos espectadores muy entusiastas y unos modelos guapísimos y muy satisfechos con su trabajo.

Este vestido está dando trabajo...
¿Quien llevará este cuello tan elegante?



El otoño está de moda… Apreciamos su belleza engalanando a nuestros pequeños con las riquezas que nos regala nuestro entorno, disfrutando de la ilusión con la que visten sus diseños. Apreciemos la belleza de esta luctuosa estación en nuestros campos. Saciémonos de la belleza y el misterio que encierra. Bajo su desgarradora apariencia se esconde una explosión de vida silenciosa, callada, modesta que podremos apreciar con la llegada de la primavera.