sábado, 16 de abril de 2011

Crecer con pasión



Maestros doradores
Estos días en los que Ascen , Lola y yo, con los niños,  preparábamos el taller de Semana Santa, he evocado, con cariño, diferentes  capítulos referentes a la misma, de mi vida, de nuestras vidas…Puede decirse que ilustran claramente cada etapa de nuestra historia personal.  Por supuesto, que existen sensaciones comunes a todas la épocas, sensaciones de siempre,  como la graciosa vista de los carros de limones de cáscara gruesa, el olor a incienso o la sensación extraña de pisar sobre el piso cubierto de cera…Pero otras muchas pertenecen a cada una de las etapa del crecimiento como persona. Es como si viésemos el mismo prisma pero desde diferentes caras.
Floristas

Los primeros recuerdos…la sensación de quemazón de la cera sobre la palma de la mano y la suavidad del preciado tesoro conseguido moldeándose entre los dedos, los dolores de piernas que no eran otra cosa que el cansancio y los huesos estirando para hacernos más altos, el saborcillo dulce del azúcar glasé en los labios, restos del pastel de nata en forma de pez que nos compraba mi padre en La Cubana, las largas colas para coger el autobús a la vuelta, el arroz con leche que nos esperaba en platos hondos  sobre la mesa de la cocina con sus ondas  pintadas con canela que durante horas había “meneado” mi madre sobre la hornilla para que no se pegase.

Bordadores
Después vinieron los amigos y el novio, persiguiendo todos , con  alegría e ímpetu, los momento cumbres de la Semana Santa malagueña.  Corriendo con el flujo de jóvenes y a contra corriente de los mayores. Que si  el desembarque de la legión, que si la salida de “Los gitanos”, que si la Zamarrilla, el Chiquito y la Cena en un triple cruce en la Alameda, que si la Servita en calle nueva, que si los Viñeros en la Catedral, que si el Cautivo por el puente de la Aurora, que si el Sepulcro por calle Larios, que si el encierro de los Estudiantes,…Y entremedio a comerse un campero, que nos sabía a gloria, en “los Paninis”, y a descansar las piernas para continuar la marcha.

Maestros cereros
Más tarde, cuando llegan  los hijos, buscas lugares más tranquilos a horas más tempraneras y a jugar a contar nazarenos, a adivinar colores, que si lanza un besito, qué bonitas las jacas, a imitar los tambores…Y más hijos… y a buscar menos bulla porque resulta heroico no perder a ninguno entre tanto barullo. 
Bullicio en las calles

Y ahora que ya somos del pueblo, de Alhaurín de la Torre, nos alegramos viendo a la gente feliz disfrutando de sus cofradías, vistiendo sus colores: los verdes, los “moraos”, la dulzura de la Pollinica y la unión de todas con el Resucitado y el recuperado y peculiar Paso, compartiendo las calles recién encaladas y limpias. Gozando, en la noche, de la brisa  que nos trae la primavera. Recibiendo sensaciones de orgullo, de alegría, del trabajo de los que ponen la ilusión de un año al servicio de su gente.
Portadores del trono
¿Quién no ha jugado, alguna vez, con sus hermanos o amigos a “procesiones”? Recuerdo que una vez, esperando a mi madre, montamos una procesión completa: mantillas, nazarenos y de cartón el trono. Pegaron en la puerta, abrimos sin pararnos,  y allá que salimos, por el largo pasillo, desfilando. Pero cual fue la sorpresa que era doña Lola, la vecina de arriba, que, con sus ojillos pequeños y vivarachos, nos miraba perpleja. Por años nos reímos recordando la vergüenza.


Banda escolar de música
Hemos  conseguido, entre otros objetivos,  que los peques disfruten aprendiendo, jugando a “procesiones” con un trono creado con ilusión y con sus manos. Que aprecien el trabajo y el tesón de los que ofrecen al pueblo, gratuitamente,  el fruto de su esfuerzo. Que aprendan tolerancia, a respetar la fe de los mayores, la pasión de la gente, la valía de lo nuestro. Que participen todos, sean de la confesión que sean, por eso el trono está exento de imágenes para que cada uno la ponga en su corazón y  tiene los colores de los cinco continentes. Que reconozcan las señas de identidad cultural del entorno que les rodea y participen con entusiasmo, afabilidad y  desprendimiento  de las actividades sociales y culturales que nos regala nuestro  pueblo.

Alhaurín está en la calle… Nuestros niños, con pasión, crecen.

Nos ayudamos a ponernos los capirotes


¡A pulso!

Las calles son muy estrechas

"Verdes y moraos"

Hermano Mayor de la Cofradía de la Amistad

Mantillas
Maniobrando con el trono...y los capirotes

Lucía y Pablo nos invitaron a todos a unos bocaditos

El encierro
Fuente de las Tres Gracias

Otra vista del encierro

Despedida...nos vemos en el pueblo.
Gracias a los niños y niñas de la Cofradía de la Amistad que nos habéis contagiado de vuestra  ilusión y fantasía. 
Gracias también a los padres y madres que nos habéis apoyado aportándonos  los varales, las hueveras, los tubos de cartón, los bocaditos...y vuestro entusiasmo.
                                                                                 Lola, Ascen y Mari Carmen

8 comentarios:

  1. maria jose hidalgo fernandez17 de abril de 2011, 15:43

    ¡ENORABUENA LOLA - ASCEN - MARI CARMEN¡
    estamos muy contento los papas de vuestra ilusión y trabajo realizado con los niños en esta mini procesión en el colegio.mi niña que este año es el primero que a visto la pollinica cuando a pasado la procesión ella me iba explicando lo que iba a pasar por que "ella lo a echo en su clase" y esta loca por que venga el jueves y viernes santo, gracias y un saludo













    ENORABUENA LOLA ASCEN Y MARI CARMEN¡

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  2. ¡ENORABUENA A TODOS¡
    que trono mas bonito con ese manto de flores acompañada de las mantillas que están guapisimas esos portadores y cofrades llevando con dificulta ese trono por el pequeño patio y encima a pulso ¡viva y viva¡

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  3. Queridas Lola, Ascen y Mary Carmen: mucho habeis luchado y muchísimo habeis trabajado; pero creo que os ha compensado. Es una gozada ver las fotos, las caras de los niños ante una experiencia tan especial y sobre todo vuestra lección de respeto y tolerancia. ¡SEGUID ADELANTE¡ con vuestra profesionalidad. MUCHAS GRACIAS A LAS TRES, muy agradecida por todo lo que hacéis por nuestros niños.Un abrazo

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  4. Cada cosa representa para nosotros el recuerdo que tenemos de ellas.Recordar algo significa verlo,en ese momento, como si fuese la primera vez. Ojalá estos niños-futuros adultos- guarden estas vivencias en el fondo de sus corazones como lo hice yo cuando era niña.Rescatarlas enriquecerá su vida y les convertirá en personas que saben escuchar,tolerar, respetar,amar y sentir.Gracias por permitirnos compartirlo.

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  5. He estado leyendo post de estas maestras.Mi sobrina me lo mostró y me trasladó en el tiempo a mi infancia,a los días postreros a las procesiones de nuestro pueblo.Cuando se encerraban Verdes y Moraos empezaban las actividades infantiles.Eran bienes muy preciados el tambor de "Dixan", la lata grande de pintura,las escopetillas de plomo de los mayores o los canutos y trompetas artesanales.
    ¡No sé cómo se fabricaba con cuatro palos un trono! Se subía el que menos pesaba, pedíamos unas cuantas flores o ibamos al huerto cercano y.... a procesionar.
    Esta actividad tangible que nos llevaba días y semanas realizarlas producía una tranquilidad en las familias.Todas las tardes, después del cole, a ensayar.
    Todo finalizaba con la procesión general. Su banda de gastadores, trompetas y tambores, su trono y , a veces, se contaba con saeteras de postín. Cualquier barrio culminaba así la semana santa.
    Esta actividad lúdica, manipulativa no tenía ninguna trascendencia religiosa. Era llevar a cabo nuestras vivencias cercanas.Lo que habíamos observado en la vida diaria y que en Andalucía es una realidad en cualquier pueblo o capital de provincia.
    Cuando miro el libro de conocimiento de mi hijo comprendo la importancia del ser andaluz como parte integrante de la sociedad española. Sus fiestas y tradiciones, su cultura tan denostada hoy en día por el culto a lo global e impuesto por otras sociedades.
    Cuando contínuamente nos atiborran de tradiciones,comidas, fiestas, músicas ....en pos de un mundo global, cuando nos insertan en nuestros aprendizajes el modo de vida externo. La labor que han desarrollado estas tres maestras debe de tener un reconocimiento por todos los padres y madres de sus alumnos-as, así de todos aquellos que nos consideramos partícipes del ser andaluz.

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  6. Despues de leer este artículo, y estos comentarios tan reales, que a mí tambien me recuerdan a mi niñez, me da mucha pena de que nos quieran imponer otras costumbres y hagan desaparecer las nuestras, por favor dejadnos disfrutar con nuestros hijos de nuestras tradiciones, culturas y costumbres y MUCHAS GRACIAS A ESTAS TRES PROFESORAS ESTUPENDAS, que cada día nos sorprenden y entusiasman mas en el aprendizaje de los niños.

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  7. Hola Maricarmen.
    Enhorabuena por este blog que nos hace participar de la labor que realizas con los niños y nos permite compartir sus vivencias y actividades.
    Verdaderamente MARICARMEN,ASCEN Y LOLA sois un torrente de imaginacion,iniciativa y sobre todo ilusion.Y por supuesto lo contagiais a los niños, y ellos a nosotros.
    Este taller ha sido una forma perfecta de introducir a nuestros hijos en la semana santa para quien la vive con pasion y fe y para los que la entienden como una tradicion que forma parte de nuestra cultura de muchos años.
    GRACIAS!!!!!!!!!!!!! y ánimo.

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  8. Realmente fantástico. Me lo han comentado en el pueblo este artículo, y no he dudado en verlo (ya de paso he devorado los otros artículos), ¡Chapeau! Mis más sinceros agradecimientos a estas tres maestras por regalarnos este artículo. Llevo muchos años viviendo en "mi Alhaurín el Chico" y me siento uno más del pueblo. Y, por supuesto, me encandila nuestra Semana Santa. Guardemos nuestras tradiciones, porque un pueblo que se olvida de sus tradiciones e historia, es un pueblo abocado a su pérdida de identidad. ¡¡¡Vivan nuestras tradiciones!!!. Y enhorabuena a las personas que trabajan por conservar lo más nuestro.
    Muchas gracias a estas tres maestras por enseñar a los más pequeños las tradiciones populares de toda la vida.
    Y les deseo tanto a los verdes como a los "moraos", que el tiempo acompañe y puedan sacar a la calle sus procesiones, o mejor dicho nuestras procesiones.
    Y gracias a este pueblo por ser tan acogedor y hospitalario, haciéndonos sentir como un alhaurino más.

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