viernes, 18 de marzo de 2011

Hoy aprendí a escribir “PAPÁ”


Querido papá:
Hoy he aprendido en la escuela a escribir “PAPA”.
Mi maestra dice que esta palabra tiene dos piruletas porque tú y yo hemos de compartir muchos momentos dulces pero que estos han de saborearse poco a poco, pues han de perdurar en nuestros corazones toda la vida.
También me ha dicho que tiene dos montañas,… la primera la escalaremos tú y yo, juntos, así  me mostrarás el valor y la alegría que da alcanzar las altas cumbres. La segunda la escalaré yo solo pero llevaré tu fuerza en el corazón y  tu ejemplo me guiará toda la vida, firme hacia la cima”

Hace no mucho tiempo la palabra “papá” tomó un significado especial al sustituir en el uso a la palabra “padre”. Albergaba cariño, confianza, cercanía,…La mayoría de nuestros abuelos llamaban “padre” a su progenitor e incluso se dirigían a este usando la forma “usted”. Aún se mantiene como costumbre, estos usos, en algunos países de América, como señal de respeto.

 
Este cambio en la forma de dirigirse al padre supondría también,  en su tiempo, una variación en las maneras de afrontar la paternidad, aunque ésta fuera produciéndose lentamente e, incluso todavía, quede mucho camino que recorrer. No obstante, a fuerza de usar la palabra hemos acabado desgastándola, haciéndola perder su lustre y hasta nos hemos acostumbrado a su sonido sin detenernos a escuchar la melodía que encierra su susurro. 

Ser un papá, no es cualquier cosa, no algo casual. Ser papá es algo grande, que realiza, que  conduce a la autosuperación. Que nos ayuda a sacar las fuerzas de nuestro cansancio. Ser papá es sembrar la semilla de la esperanza, mirar con optimismo el futuro, cultivar corazones felices. Ser papá es cimentar nuestro mañana.


Es necesario que pensemos cada día que estamos embarcados en una maravillosa aventura, qué sintamos el orgullo de ser padres y utilicemos nuestro ingenio, cada momento, para abordar nuestra tarea con precisión y cariño. Es todo un arte, es buscar el equilibrio y la armonía en nuestras actuaciones. Es saber ser objetivos y, al mismo tiempo, saber  pulir nuestra obra con el corazón.


Papá” es una  voz grave que  calma al bebé desde casi el mismo momento del nacimiento porque la oyó… desde siempre.
“Papá” es la primera palabra que consigue  pronunciar el niño y que repite hasta la saciedad porque sabe que logra arrancar la más amplia sonrisa al padre más agotado.
“Papá” es un gigante con las manos y los pies grandes.
“Papá” es volar, risotada, voltereta, chutar, carcajada, carrera…
“Papá” es una ola que  transporta en los hombros, ayudándole a ver el mundo desde lo más alto.
“Papá” es un beso que hace cosquillas.
“Papá” es cerrar los ojos y dormir placidamente  aunque haya  tormenta.




¡Feliz día del padre! Y…!Feliz día, también,  para el hijo o la hija que celebran el día del "PAPÁ"!




Dedicado a  los padres y abuelos de los niños y niñas con los que convivo todos los días en "La casita de Miguel", a mi marido con el que comparto los gozos y las fatigas de nuestros cinco hijos  y, como no, a mi padre que vivirá siempre  en mis recuerdos.

Hoy he aprendido a escribir "PAPÁ"
Nota: Algunas definiciones de "papá" son originales de los niños.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Jóvenes andaluces del 2025

Jóvenes andaluces del 2025.

Celebrar el “Día de Andalucía” es una actividad de obligado cumplimiento en todos los centros educativos públicos de la Comunidad Autónoma de Andalucía. Habitualmente, solemos detenernos en aspectos culturales, tradicionales y hasta tópicos de nuestra región. Sin embargo, pocas veces aprovechamos la ocasión para  pararnos  a reflexionar que  lo que realmente estamos haciendo es formar a los jóvenes andaluces que construirán el futuro próximo de nuestra tierra, de aquí a tan solo, como mucho,  unos escasos quince años, para ser algo más exactos, hacia el dos mil veinticinco.

Juntos iniciamos nuestro proyecto
Ellos, en este día especial,  visten el color de nuestra bandera llenándonos de esperanza y dándonos la fuerza para seguir trabajando por formar en ellos una sociedad andaluza cada vez más idealista, creativa, culta, tolerante y solidaria. Pero aunque nuestro himno se encuentre lleno de maravillosos propósitos, habitualmente tanto maestros como padres tendemos a educar para la individualidad. Eso se denota cuando se pide algún material para algún proyecto de clase. Si el niño ha de usarlo de manera individual somos prontos a proporcionárselo desde casa para que no se quede atrás, sin embargo, nos despreocupamos  o delegamos fácilmente en otros, cuando el material requerido es para uso común, por lo que pensamos, equivocadamente, que nuestro desinterés no perjudicará directamente a nuestro hijo.


Encalamos con "pintura de dedo"
El trabajo de tejador es duro
Por todo esto, habríamos de entender que cuando trabajamos en profundidad acerca de nuestra tierra hemos, fundamentalmente, de objetivar, ante todo,  la construcción común de la actividad. Es decir, debemos de realizar actividades que conduzcan a los niños a sentirse grupo, totalidad. A concienciarlo de que realmente ser andaluz es trabajar por el bien común de Andalucía. Que el progreso de nuestra comunidad ha de depender de nuestra mutua cooperación. Esto ayudará al niño a abordar trabajos grupales con responsabilidad, ahora y más adelante,  tanto en los niveles educativos superiores, como exigen los nuevos planes de estudio, como, una vez adulto, en el mundo laboral.
Ceramistas
Herreros
Hemos de trabajar, principalmente en estas fechas,  por el futuro de nuestra tierra y en este sentido tenemos en nuestras manos enseñarlos a construir de manera meramente   individualista o, por otro lado,  de manera comunal. No se trata de eliminar las ya tradicionales banderitas, viseras,… y demás fichitas que el niño realiza exclusivamente para sí, pero sí de que no falten nunca  las actividades grupales, con propósitos colectivos en el que todos participen para conseguir un solo objetivo común. El objetivo primordial de sentir Andalucía, como una sociedad plural con unos rasgos culturales propios, que ha de cautivar el corazón de cada uno de los niños y niñas andaluces, sembrando en ellos el deseo de hacerla progresar en comunidad.

Ebanistas
En nuestra clase vamos a construir Andalucía, construyendo juntos una casita andaluza. Hablando y hablando de “iglús” y “tipis”,…  deseábamos también observar como son las casas que se levantan en nuestros pueblos. Todos trabajamos para todos. Sabemos que lo que hagamos, al final dará  buen resultado porque vale el granito de arena que aporta cada uno de los niños y niñas  que componen nuestro grupo. Pintamos, pegamos, modelamos con papel, y por último, limpiamos todo lo que hemos ensuciado.

Una auténtica casita andaluza





Nuestra casa andaluza es nuestro premio más merecido. Ahora podrán jugar unos días con ella hasta que se nos rompa, aunque algunos se han concienciar que no pueden jugar únicamente a destrozarla. No obstante, siempre digo que hemos de tener espíritu fallero y aunque nuestras creaciones no acaben en la candela, si que hemos de olvidar pronto nuestras  efímeras obras, dando paso con ilusión a nuevos proyectos. La escuela es así, puro dinamismo y eso es lo que realmente la hace atractiva. Acabaremos aprendiendo a aprender si somos capaces de ir haciéndoles descubrir y construir, juntos, cada día, algo interesante y nuevo.
En plena tarea de floristas

¡¡¡¡ Juntos lo hemos conseguido!!!!


Divertidísimo...ahora tú.
¿Se puede?
                                                                                





Por detrás es aún más bonita